Son las 21:18 horas de un martes. Suena el teléfono y huele a huevos fritos. Las dos cosas tienen que ver con mi compañera de piso y las dos cosas, por tanto, acaban interviniendo en el primer post de mi primera página web. Y, en el caso de los huevos fritos (con patatas, huelo) casi haciéndome tirar el teclado en pos de una jugosa y grasienta cena de martes.
Pero no. Ni mucho menos. Este post se escribirá hoy, un martes y trece cualquiera, el día en que mis ojos lloran por la pantalla del ordenador. El día en que una actualización de WordPress (la 3.3) me desconfiguró lo hecho. El día en que mi hermana de 10 años me hizo sonreír mientras escuchaba la demo de locución que esta misma página alberga. Un martes cualquiera, como digo.
Esta entrada, este artículo, viene a tener dos propósitos. El primero es servir de botella inaugural y la segunda, servir de semi esbozo de lo que será este blog hablando de lo que ha sido crearlo. Me explico.
El dominio de esta página web, www.alexsanzvicente.es, lo compré hace casi dos años. Desde entonces estuvo aparcado. El trabajo, el desconocimiento y el miedo a la publicación propia terminaron por hacer pasar el tiempo. Y luego, llegó Twitter. Sin mi entrada en Twitter, sin el empeño puesto en conocer qué era y cómo funcionaba, poco hubiera podido hacer.
Fueron ellos, los tipos y tipas que sigo en Twitter los que me fueron mostrando el mundo. Fueron ellos, los 140 caracteres de unos extraños los que me demostraron que esto es una cuestión individual, que la voz de la comunicación es la de cada uno, que internet es lo que es por sus usuarios y que, si queremos progresar debemos tener una voz propia, un espacio propio.
Poco a poco comencé a leer sobre WordPress. Sabía lo que era, sabía como funcionaba (escribo habitualmente en blogs corporativos) pero no lo sabía bien. Ni lo sabré. El mundo WordPress me ha abrumado casi tanto como en su día me abrumó el mundo Twitter. Una cantidad ingente de información, de posibilidades y capacidades, de plugins, de SEO´s y de expertos. Un mundo repleto de blogs, empresas que hacen blogs, plantillas premium y fremium, robots que copian entradas sobre páginas web que copian noticias y así. Lo que se conoce como un sindios.
Después, con el tiempo, con el «mucho tiempo», adquirí un alojamiento para ese dominio aparcado. Antes llegaron las preguntas sobre dónde alojarlo, cómo alojarlo y, de paso, qué era alojarlo. Después, llegó el «cPanel», el FileZilla y la búsqueda de plantillas. Desde WooThemes a ThemeForest. De Elegant Themes a una búsqueda en Google. De todo mucho y bien. Pero nada era lo que tenía que ser.
Al final, acabé encontrando esto que ven. Una plantilla gratuita y un tanto deslabazada. Y eso es lo mejor. Después de todo ese proceso, después de toda esa cantidad ingente de tiempo aprendido y gastado opté por una plantilla gratuita, simplemente para hacerla mia. Lentamente. Para destrozarla. Más lentamente aún. Para jugar, para instalar cosas, para ser el diseñador que nunca seré, para cagarla y arreglarla, en bucle. Y eso, lo del bucle, es lo más gracioso.
Apenas sé. Apenas se nada de nada. Muchos de los que me conocen dirán que eso es, si no mentira, sí media verdad. Sé cosas (los periodistas sabemos cosas) pero no tantas como saben otros muchos. Y lo mejor, de nuevo, es que nunca las sabré. Siempre estaré aprendiendo, con los ojos chinitos por la pantalla, sobre cómo instalar un plugin o una galeria en jQuery. Siempre estaré preguntando a Fernando Bedmar (la otra gran ayuda para que esto funcionara) sobre cómo desliar lo liado. Siempre leeré a Fernando Tellado (@fernandot) en Ayuda WordPress para saber si eso que quiero es posible y si, de paso, es gratis. Aún así, con todo, pasarán los días y terminaré por sucumbir a una plantilla que ahora sí se adapte a todas las carencias que ya le he visto a esta. Pero eso, sin duda, será otro post, otra historia u otro blog.
Porque esto, en líneas generales, es lo que soy y lo que seré. Un tipo pegado a un ordenador escribiendo, con mil cables en un alrededor, un micrófono esquinado para locuciones y todo un paquete de Adobe dándole duro al procesador. Y que dure. Y que siga.
Plantilla utilizada: Imbalance
Música utilizada: Los Fichajes de una vida
Fotos utilizadas: Album Picasa (Elaboración propia)
2 Comments
YA ERA HORA……………..
Padre no hay más que uno 🙂