¿Puede alguien, un cualquiera, acercarse a ti y adivinar e intuir tu personalidad? ¿Puede ese mismo alguien saber cómo somos y cuáles son nuestras aspiraciones más íntimas o nuestros deseos más deseados? La respuesta, para algunos, será que sí. Que se puede. La respuesta, con verdad incluida, es que eso es, cuanto menos, imposible. Y de eso precisamente trata el Efecto Forer, un curioso aspecto de la psicología que nos dice a las claras que nadie puede ver en nuestro interior. A no ser que le dejemos y, de paso, nos lo creamos. Read On…