¿Se acuerdan cuando estuvieron en ese sitio tan bonito y le dijo a su acompañante: «¡Hazme una foto saltando!»? ¿Lo recuerdan? Seguro que sí. Seguro que tienen alguna que otra fotografía saltando en algún monumento, en algún lugar rebonico o especial. Y seguro que lo han repetido varias veces por que, como sabrán, no es fácil pillar un salto y que además salgamos con buena cara. Ahora que han recordado, piensen en Philipp Halsman, el fotógrafo que convirtió el salto en fotografía. El tipo que realizó más de 100 fotografías para la revista Time. El mismo que fue acusado de parricidio cuando aún no había hecho saltar a nadie ante su objetivo. El amigo de Albert Einstein. El paciente de Sigmund Freud. Sí. Ese. Read On…